La pulpotomía es un tratamiento muy común cuando hablamos de odontología infantil debido a que este caso sólo se da en dientes temporales. Para ser más concretos es una lesión en la pulpa dental que incluso puede provocar caries, estos dientes primerizos cuando se ven afectados por una caries, es normal que se vea involucrada la pulpa ya que existen mayor relación entre pulpa y diente en edad infantil. La pulpotomía consiste en eliminar la caries y retirar la pulpa que está dañada, respetando la raíz. Se entiende por pulpitis a esa inflamación que sufre la pulpa, ósea ser, la hinchazón del tejido blanco donde se encuentran los vasos sanguíneos y los nervios dentales. El hueco que se queda es rellenado por un medicamento especializado para este tipo de casos.
Al haberse quedado el hueco en el diente, éste se ve más debilitado. Por ello, se hace una reconstrucción o se le coloca una funda para que el niño pueda comer con normalidad. La pulpotomía no se practica sin antes haber realizado unas pruebas y ver que realmente es necesario el tratamiento, ya que se trata de un diente temporal y puede ser que quede poco para caerse y no se vea afectada la pulpa.
Las infecciones se pueden apreciar de forma sencilla, puesto que cuando se daña la pulpa se ve en el momento que se crea un absceso, también conocido como bolsa de pus, en la punta de la raíz del diente. En algunos casos se necesita una radiografía para ver la zona infectada. Aunque parezca un tratamiento delicado es cierto que es un tratamiento sencillo y por el que no surgen problemas. Es fundamental que el niño consuma alimentos blandos y fáciles de masticar durante aproximadamente 24 o 36 horas.
¿Cómo se trata una pulpotomía?
La terapia pulpar, se le puede conocer por diferentes nombres además de pulpotomía, por ejemplo, pulpectomía, endodoncia o tratamiento del nervio.
Se comienza con una anestesia local, de esta forma se podrá acceder con más facilidad a la cavidad que se queda en el diente y se podrá seccionar la pulpa y eliminar la parte dañada, pero sin tocar la raíz para que se pueda tratar con MTA (Agregado de Trióxido Mineral) que facilita la regeneración del ligamento. Después de la intervención se sellarán los conductos y se reconstruirá el diente que corresponde.
Una vez solucionada la pulpotomía hay que hacer un seguimiento al paciente para ver como evoluciona y si el tratamiento está dando el resultado esperado antes de detectar un posible fracaso. Si aparece dolor e inflamación o al menos una de las dos cosas habría que volver a estudiar el caso y seguir observando posibles complicaciones.
Es aconsejable realizar revisiones entre los siguientes 3 y 6 meses para comprobar que el desarrollo radicular continúa siendo normal, de esta manera se puede decir que ha habido éxito en el tratamiento de la pulpotomía que se ha hecho. Para valorar correctamente que todo ha salido como era de esperar lo más útil es comparar la radiografía del diente que se ha tratado con la pieza dental que se encuentra al lado.
En el caso de un mal cuidado el diente podría moverse, por ello es recomendable visitar al odontólogo infantil con periodicidad para comprobar que todo sigue correctamente. Además, los padres deberán estar pendientes de una buena higiene dental diaria de sus hijos para que no vuelvan a haber inflamaciones o infecciones y no aparezca de nuevo la pulpotomía u otra enfermedad aún peor.
El fin de esta cura es mantener la pulpa radicular sana y acabar con el dolor o el malestar del niño, prevenir posibles complicaciones en un futuro, además de cuidar la estética y restaurar el diente dañado. Para este tratamiento es necesario un especialista en odontología infantil, puesto que conocen a la perfección como tratar los dientes temporales.
La pulpotomía es un problema que, a priori, no parece muy común, sin embargo, son muchos los niños que se han visto afectados y es muy frecuente tratar esto en dientes primerizos.