La salud bucal de la mujer

A lo largo de la vida, las mujeres experimentamos diferentes etapas en las cuales vamos cambiando desde el punto de vista hormonal, el cual tiene una gran importancia y puede afectar la salud bucal. La mayoría de las mujeres pasamos por tres etapas: la pubertad, embarazo y menopausia.

El primer cambio significativo es cuando entramos a la pubertad, en esta etapa existe incremento de estrógenos y progesterona, la cual provoca una respuesta inflamatoria localizada. También hoy en día, las jovencitas comienzan su actividad sexual a temprana edad, por lo que toman anticonceptivos orales con la finalidad de evitar embarazos, tanto los inyectados como los orales. Los cambios hormonales producen una variación de la respuesta inflamatoria a la acción bacteriana, sobre todo en aquellas jovencitas que no tienen una buena técnica de higiene oral, acumulan placa bacteriana o sarro, esto sumado a la elevación hormonal provoca gingivitis y de no ser tratada a tiempo, puede llevar a otro tipo de patologías bucales.

También en esta etapa comienzan con el hábito de fumar, el tabaco tiene consecuencias en los dientes, provoca inflamación gingival, pero también pueden llegar a formar lesiones en tejidos blancos, causando así un alto riesgo de padecer de cáncer bucal.

Mucho cuidado con los trastornos alimenticios, las deficiencias dietéticas, la bulimia, causando erosión y abrasión en el esmalte dental, en muchas ocasiones con daños irreversibles.

El embarazo en sí no causa inflamación en las encías y es mito que hay daño en un diente por embarazo. Lo que sí es real es que hay un disparo significativo hormonal y aumento de la permeabilidad vascular. Al igual que en la pubertad, no debe existir placa bacteriana, ya que hay mayor sensibilidad a desarrollar una gingivitis localizada, el sangramiento e inflamación es mayor lo cual debe tratarse de manera inmediata. Es importante considerar que todo tipo de foco infeccioso en esta etapa debe eliminarse ya que el bebé se alimenta a través del flujo sanguíneo de la madre a través del cordón umbilical llegando a la placenta, por lo cual no deseamos provocar ningún tipo de alteración. Existen algunos estudios que asocian la enfermedad periodontal (encías y huesos) con partos prematuros o preclampsias.

La menopausia es la etapa final que experimentamos, al revés de las etapas anteriores, existe deficiencia de estrógenos. En esta etapa, la mayor afección es en las mucosas, se producen alteraciones en tejidos blandos. Una de las capas dentro de la boca sufre cambios provocando ciertos cambios: encías sangran con facilidad, la coloración es pálida, seca y con zonas enrojecidas. Alguna mujeres experimentan osteoporosis por lo que también pierden hueso en calidad y altura en cavidad bucal.

Además es frecuente encontrar el síndrome de boca ardiente: que provoca una sensación de ardor intenso, quemazón en lengua, labios y encías. Existe sequedad bucal ya que hay cambios en el flujo de saliva, a esto sumándole que hay consumo de ciertos medicamentos, por lo que puede provocar lesiones en tejidos dentales duros, entre ellos caries dental. Así como cambios al gusto y en el aliento.

El mejor consejo es comenzar controles dentales cada seis meses desde pequeñas, en un inicio con el odontopediatra y posteriormente con un especialista para asegurar que estas etapas llegarán, pero podremos sonreír plena y libremente.

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