En Chile el 62 por ciento de los niños mayores de 12 años tiene caries

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud (Minsal), el cuidado de los dientes no es algo prioritario entre los chilenos.

Y, según sus cifras, el 53,8% de la población estima que tiene una salud bucal regular, mala o muy mala; en tanto, el 52,8% reconoce que hace más de un año no visita al dentista y el 2,2% nunca lo ha hecho.

Por si fuera poco, las patologías bucales son las más comunes de las enfermedades crónicas en nuestro país. Dentro de ellas, las caries se constituyen en un problema de primera importancia para la salud pública, al punto que más del 62% de los niños de 12 años tiene hoy caries, cifra que se eleva por sobre el 99% en los adultos después de los 65 años”, afirma el cirujano dentista Rodrigo Cabello, magister en Ciencias Odontológicas y académico de la Universidad de Chile.

Actualmente, a nivel infantil, dos de cada diez niños chilenos, a los dos años de edad, ya tienen caries y a los cuatro años esto aumenta a cinco de cada diez; a los seis años la cifra sube a siete de cada diez, generando muchos problemas en el mundo infantil, “ya que los niños con caries comen, crecen y socializan menos; mientras que en la edad adulta, junto con la enfermedad periodontal, las caries representan la causa principal de pérdida de dientes”, indica el doctor.

Agrega que por eje socioeconómico, la carie dental se distribuye en “equidades importantes”. “Hicimos el análisis en la Región Metropolitana y a los dos años de edad, la situación se invierte por nivel socioeconómico: 7 de cada 10 niños de nivel socioeconómico bajo tienen caries; mientras que en el estrato socioeconómico alto 7 de cada 10 niños están libres de caries”.

Ello se relaciona con la educación, alimentación, hábitos, estilos de vida y disponibilidad de acceso a la odontología, afirma el doctor Iván Urzúa, magíster en Ciencias Odontológicas y académico de la Universidad del Desarrollo, explicando que la caries es una lesión producida por la destrucción localizada de los tejidos duros susceptibles del diente.

“Ansiedad dental”

Tratar las caries en forma oportuna es algo urgente en Chile, indica el especialista, ya que no se trata solo de “tener un hueco en el diente”, sino que además de la destrucción eventual de éste, puede ser causante de otras enfermedades o complicar la condición de ellas.

“Las personas no se atienden oportunamente, ya que tienen fuertes barreras psicológicas y el temor es la principal razón por la que millones de personas en el mundo evitan visitar al dentista, aún teniendo problemas evidentes o postergando la necesidad de una salud odontológica adecuada”, afirma la psicóloga de la Universidad de Chile Betania Cohen.

La profesional señala que una encuesta realizada en EE.UU. con 300 pacientes muestra que el 75% siente temor a la máquina por ruidos molestos, un 41,6% a la anestesia, 25% al dolor y 8,3% por diferentes razones que van desde traumas hasta el miedo de contraer una infección, todo lo cual se conoce como “ansiedad dental”, añadiendo que en Chile demasiadas personas postergan la visita al especialista por este temor, incluso más allá de disponer o no de los recursos económicos.

El doctor Rodrigo Cabello informa que, por estas razones, actualmente se está generando una fuerte tendencia a la mínima intervención, donde los dentistas tratan de actuar con la máxima eficiencia y generar el menor impacto al paciente, a través de la Técnica Atraumática de Remoción de Caries que ya se usa en muchos países del mundo, y está llegando acá “para acercar la salud dental a todos los pacientes, especialmente a aquellos donde las barreras de la ansiedad y temor son insalvables”, dice.

Remoción de caries solo con un gel y una cuchareta

“Ella consiste en la utilización de un gel de papaína (enzima de la papaya y piña) que los dentistas podemos usar en los pacientes sin jeringas de anestesia ni instrumentos rotatorios como es la turbina y fresa que va en la puntita de este instrumento, lo que causa ruido, estresando a los pacientes y causándoles tensión”, aclara el doctor Iván Urzúa.

Este nuevo desarrollo, conocido en odontología como Brix 3000, tiene una acción proteolítica (actúa en dos minutos sobre la dentina infectada por las bacterias, sin tocar el tejido sano, lo que permite tratar varias lesiones de caries a la vez). Después de ese tiempo, el dentista lo remueve con una pequeña cuchareta y procede a obturar (poner la tapadura en el diente), lo que incluso hace más eficiente este proceso, no dejando brechas y mejorando su longevidad.

Ambos especialistas subrayan que su experiencia con esta nueva técnica es muy satisfactoria “porque los dentistas sabemos que para tratar bien una caries debemos conservar la mayor cantidad de tejidos sanos del diente antes del proceso restaurador y ese criterio de conservación, junto con disminuir la posibilidad de tratamiento de conductos, prolonga la vida del diente, con la ventaja también de que este método ayuda a la tranquilidad del paciente y a que nosotros podamos trabajar sin tanta tensión, al ver que la persona está relajada”.

Aconsejan a su vez prevenir las caries a través de al menos dos cepillados diarios de dos minutos cada uno (mañana y noche), usando una pasta dental con flúor (casi dos centímetros a lo largo de todo el cepillo), pudiendo emplear un cepillo eléctrico las personas que tienen poca motricidad.

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