La importancia de la educación dental

Para desarrollar unos dientes y encías sanos es importante comenzar desde la infancia. Transmitir a los más pequeños los hábitos y valores de una buena salud bucodental será la clave para que tengan una sonrisa sana durante toda la vida. ¿Por qué es tan importante recibir una buena educación dental?

El cuidado de los dientes es otro aspecto muy importante por el que educar a los hijos. Muchos niños se toman la rutina de higiene oral como un juego o algo divertido. Esto está bien, especialmente si se realiza la higiene en familia. Pero los niños también deben comprender la importancia de mantener unos dientes y encías sanos, así como las consecuencias de no limpiarlos correctamente a diario.

Son muchos los profesionales que recomiendan cuidar la salud bucodental en la infancia incluso antes de la erupción de sus primeros dientes. De forma progresiva los padres pueden ir inculcando los diferentes hábitos de higiene bucal a los más pequeños. Lo más recomendable es supervisar su rutina de limpieza oral hasta que puedan hacerlo por su cuenta.

Cómo transmitir una buena educación dental

Uno de los trucos más usados por muchos padres es plantear la rutina de limpieza bucodental como un juego. Es un modo de que los pequeños vayan incorporando el hábito de forma divertida, que involucre a toda la familia. Especialmente se debe insistir en dos momentos del día: después de desayunar y antes de ir a dormir.

Pero, ¿Y si el niño no quiere cepillarse los dientes? A veces a los niños no les gusta el sabor de la pasta dental. En otros casos relacionan lavarse las dientes con algo negativo, como un castigo. En este sentido es importante acompañar al pequeño y adquirir productos especializados en niños, como pastas con un buen sabor. Otro truco es premiar de vez en cuando al niño cuando se cepille los dientes correctamente. Es importante que los productos usados incorporen flúor.

¿Cómo conseguir que comprendan la importancia de una buena salud oral? Se les puede explicar el papel de las bacterias como si fuera una historieta. De este modo los pequeños prestarán atención, se divertirán y tomarán conciencia de la importancia de eliminar la placa bacteriana de su boca. Poco a poco se pueden ir introduciendo otros elementos además de la pasta dental para niños, como el flúor, los colutorios o el hilo dental.

Otra parte fundamental de una buena educación dental es visitar al dentista. Se recomienda llevar al pequeño al odontopediatra después de su primer aniversario. De este modo el pequeño se irá relacionando con el entorno de la consulta y es menos probable que experimente ansiedad dental o miedo al dentista. Se recomienda visitar al odontólogo un mínimo de dos veces al año. Si logramos qoue el pequeño incorpore todos los hábitos necesarios para llevar a cabo una buena higiene oral, protegeremos su boca de problemas cmunes como la caries. Sus dientes se desarrollarán sanos y fuertes, y lucirá una sonrisa radiante durante mucho tiempo.

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